El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, remitió a la Asamblea Nacional un proyecto de ley para el «Desarrollo económico y sostenibilidad fiscal», primero de tres que tiene previsto en su paquete fraccionado de reformas que fueron rechazadas el mes pasado.
«Ha sido elaborado recogiendo las sugerencias de varios sectores sociales y políticos del país», dice un comunicado de la Presidencia en el que se informa de la entrega del proyecto a la Asamblea y de los cambios ejecutados.
El presidente, asegura que la nueva reforma legal cumple «con los principios de progresividad y justicia tributaria» y, tras su aprobación, el Gobierno espera recaudar «más de 1.900 millones de dólares» en sus primeros dos años.
Además, explicó que de acuerdo con el trámite constitucional, como es ley con carácter de urgencia, su trámite tomará alrededor de 30 días, y dependiendo de los resultados, con el veto, tomará 15 adicionales.
Con ello el mandatario ha aceptado la posición del Legislativo de no enviar todo el paquete completo, sino de hacerlo por fases: a la primera, seguirá la ley de reforma laboral y, después, la de inversiones.
Según la Presidencia, con el nuevo plan fiscal, el 96,6% de la población económicamente activa no se verá afectada, dado que «el principal esfuerzo recaerá en quienes ganan más de 5.000 dólares al mes, tienen un patrimonio mayor a un millón y las mayores empresas del país».
«Quienes ganan entre 2.000 y 5. 000 mensuales harán un pequeño aporte, proporcional a su nivel ingreso», asegura.
También fija que, durante dos años, las empresas más grandes y solventes del país, con un patrimonio mayor a cinco millones, hagan «una contribución solidaria del 0,8%».