El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) hizo un llamado a las autoridades ecuatorianas a mantener las escuelas abiertas a pesar de la alta propagación de la variante ómicron de la covid-19, para evitar «un año más de aprendizaje interrumpido».
En un comunicado fechado en Quito, y en Nueva York, donde Unicef tiene su sede, subraya que este 2022 «tiene que ser el año en que la educación y el interés superior de los niños tengan prioridad».
Hace una semana, el Ministerio de Educación anunció la suspensión de clases presenciales en todos los niveles educativos del país, en línea con las recomendaciones de las autoridades que gestionan la pandemia, a la luz del rápido aumento de contagios de la covid-19.
El Fondo reconoce la incertidumbre que provoca la nueva variante, pero, manifestó:
«Una cosa sí sabemos con certeza: Otra oleada de cierres generalizados de escuelas sería desastrosa para los niños. La educación presencial es necesaria y urgente», asegura Unicef.
Y pone de manifiesto que los niños, niñas y adolescentes han sufrido ya las consecuencias de la pandemia con la pérdida de aprendizaje, afectaciones a la salud mental, exposición a la violencia y maltrato, o la limitación de las habilidades sociales.
El Comité de Operaciones de Emergencia Nacional, COE, dio a conocer que el día de mañana, 22 de enero de 2022 se dará a conocer más detalles de la situación epidemiológica del país, y con ello las decisiones para la siguiente semana escolar.