Aída Calle nos cuenta que sigue esta tradición por 38 años, su familia siempre ha estado presente en el proceso de elaboración, Aidita espera que su nieta pueda continuar con la tradición. La experiencia de Aidita ha logrado que todos los años ella venda sus dulces a nivel nacional e internacional colocando en el alto el nombre de Cuenca con esta tradición de dulces.