La Fiscalía General del Estado, dio a conocer que, en enero de 2020, Nelly Orozco y su hija fueron reportadas como desaparecidas por un familiar. Las diligencias para determinar su paradero no arrojaron resultados hasta que el 8 de febrero de ese año se hallaron unos restos en el sector de Alaquez, en Latacunga, que correspondían a la mujer desaparecida. Así lo determinaron las pericias respectivas.

En el sitio, además, se encontró una parte de su ropa interior. Fiscalía ejecutó un allanamiento en el domicilio del entonces sospechoso Segundo Ángel T., donde se halló la otra parte de la prenda.

Este elemento –junto a otros indicios recabados durante la investigación previa– fueron suficientes para iniciar un proceso penal contra Segundo Ángel T. Sin embargo, las autoridades no pudieron ubicarlo hasta la mañana de este domingo 5 de febrero, cuando el presunto femicida se acercó a sufragar en el sector de Chilibulo, en el sur de Quito.

La agente fiscal de la Unidad de Personas Desaparecidas, Verónica Murgueytio, presentó como elementos de convicción ante el Juez: el informe de autopsia, la pericia de ADN practicada a los restos óseos, la pericia antropológica, el informe de análisis de información telefónica, versiones de familiares, informes de inspección ocular técnica y la ampliación de la versión del ahora procesado (de 58 años), en la que aceptó haber cometido el femicidio de Nelly Orozco (de 27) «porque se puso rebelde» con él.

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