Hace pocos días Yaku Pérez excandidato presidencial anunció la creación de su nuevo movimiento político Somos Agua. Una agrupación que tendrá como pilares la ecología, la educación, la economía comunitaria y la ética, En el discurso de presentación manifestó que participarán en las próximas elecciones seccionales del 2023 y en las generales del 2025.

Ahora tendrán que buscar el apoyo del 1,5% del padrón electoral para inscribir el partido en el Consejo Nacional Electoral (CNE). Este nuevo capítulo que escribe Yaku se motiva una vez que presentó su desafiliación a Pachakutik, quien dijo no aceptar que el movimiento indígena haya pactado con el partido de gobierno para que Guadalupe Llori asuma la presidencia de la Asamblea Nacional. En las últimas semanas la presidenta ha sido denunciada por presuntamente iniciar un proceso de renovación de la flota vehicular, para el órgano legislativo, en medio de una profunda crisis económica.

Regresemos unos años atrás. Yaku Pérez ganó la Prefectura del Azuay en el 2019. Su estrategia y mensaje político de protección de las fuentes hídricas le permitió sobreponerse a Cecilia Alvarado y Esteban Bernal. Ambos con importantes trayectorias políticas; empero, Pérez logró conectar con los jóvenes quienes se identifican con las causas ambientalistas y la protección de los animales.

Desde el inicio de su administración trazó un plan de relaciones públicas que recibía el apoyo de los ciudadanos. Entre sus principales acciones fue disminuirse el sueldo a la mitad, disponer que sus colaboradores de la Prefectura se movilicen en bicicleta, impulsó un programa de bicicletas ecológicas, invitó a estudiantes a sumarse a las mingas de limpieza de las riveras de los ríos, entre otros eventos ecológicos. Acciones que lo convertían en un personaje disruptivo.

Pero el episodio político de la historia de Yaku saltó varias páginas. Una vez que el CNE convocó a elecciones renunció a la Prefectura del Azuay y comenzó a trabajar para llegar a Carondelet, pero los resultados no lo favorecieron a pesar que consiguió 1,7 millones de votos. Cifras históricas para el partido Pachakutik, quienes catalogaron de fraude el proceso electoral.

Esta vez esperamos que la historia sea distinta. Los ciudadanos apoyan a un candidato y esperan que cumplan con su plan de trabajo. Para eso fueron elegidos. Debe primar el interés colectivo antes que los egos políticos.

Por: santiago León

Comunicador Institucional  

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