Hemos iniciado este 2022 con una buena noticia. El Concejo Cantonal aprobó una Ordenanza para la creación de la Marca Ciudad para Cuenca. Ahora nuestra urbe tendrá su propio sello, que la diferenciará del resto de ciudades del mundo. Sin duda este proyecto es un gran desafío.
Si usted ha tenido la oportunidad de viajar a New York, Barcelona, Londres, Ámsterdam, Tokio, Buenos Aires, entre otros destinos referentes del turismo, se habrá dado cuenta que estas ciudades tienen una imagen propia que las distingue. Esa imagen podrá verla en aeropuertos, trenes, centros comerciales, restaurantes, plazas, parques y en muchos lugares representativos.
¿Para qué sirve la marca ciudad? Pues con ello, las ciudades pueden promocionar sus productos turísticos. El city branding se ha convertido en una oportunidad para atraer a viajeros internos o externos. Lo que representa una mejora de las economías con la creación de fuentes de empleo.
Por otra parte, un punto importante de la Ordenanza es la prohibición del uso de la Marca Ciudad para proselitismo político. Como usted lo ha visto, cada vez que tenemos nuevas autoridades lo primero que hacen es cambiar la imagen corporativa. Sustituyen desde un simple sello seco hasta las millonarias vallas publicitarias. Un cambio de imagen representa una erogación fuerte de recursos.
Una recomendación importante para quienes manejarán este proyecto, es que las propuestas del diseño sean originales y desarrolladas por profesionales cuencanos. Ya nos hemos encontrado con sorpresas. Diseños que han sido copiados de otras propuestas. Las bases de las convocatorias deberán se claras y sin amarres de por medio. Hasta para eso suelen existir avivatos.
Pero antes de aventarse con el proyecto. Miren el estado de la ciudad. Los parques deben estar bien atendidos, la vialidad en buen estado, reducir los índices de inseguridad, controlar el espacio público, atender a las personas en estado de mendicidad. La construcción de una Marca Ciudad es retadora y se necesita la participación de los sectores públicos y privados. Esperamos de las administraciones públicas una madures política.
Por: Santiago León
Comunicador Institucional