Quienes ostentan cargos públicos deben entender que parte de su trabajo es la relación con los medios de comunicación. Puede que haya funcionarios que no les guste dar declaraciones a la prensa, porque no les es grato la exposición pública. Pero tenga en cuenta que el periodismo es el puente que una la información de las entidades gubernamentales con la ciudadanía.
En el ejercicio de la función pública se encontrará con muchos comunicadores. Unos serán controversiales, otros amigables, otros beligerantes, en fin. Cada uno tiene su estilo y personalidad. Tome este consejo. Usted no es amigo de los periodistas. No espere que en todos los titulares de los periódicos hablen bien de su gestión. Si quiere eso, pague por publirreportajes.
Ahora bien. Hemos visto como el alcalde Pedro Palacios, ha reaccionado inesperadamente contra un periodista, quien dijo que no lo quiere escuchar. El burgomaestre lo ha señalado con el dedo e increpado por no llegar a tiempo a su rueda de prensa. Sin duda un exabrupto que todos lo pueden tener. Sin embargo, quienes ejercen cargos públicos deben controlar sus emociones.
Confrontar con los periodistas, pedirles que apaguen los micrófonos, negarles entrevistas, bloquearlos en redes sociales, perjudica la imagen de la autoridad. Si se encuentra en una situación apremiante trate de respirar y mantener la calma. Le aseguro que le irá mejor.
Me acuerdo que por varios años ejercí el periodismo. En los comités semanales teníamos algo muy claro. A nosotros nos pagaban por preguntar y llevar información. No podía llegar un día con la cinta en blanco. Las páginas de los diarios y los noticieros se tienen que llenar todos los días. ¡No se olviden de esto!
Por lo tanto, si comete un error pida disculpas y verá como su reputación no se verá afectada. Tenga en cuenta que hoy en día siempre habrá una cámara que capture ese momento. Recuerde que, si anda muy acelerado, mejor embrague, porque se puede accidentar.
Por: Santiago León
Comunicador Institucional