El Contralor General del Estado, Pablo Celi, quien desde abril de este año se encuentra en una cárcel de Quito por un caso de supuesta delincuencia organizada atada a una trama de corrupción, decidió dejar su cargo definitivamente.
La decisión se conoció a través de una carta dirigida a la presidenta del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs), Sofía Almeida, donde Celi señaló que su decisión busca proteger el «funcionamiento de la Contraloría», ya que él permanece en la cárcel y no puede ejercer plenamente sus funciones.
Celi se encuentra en la «Cárcel 4» de Quito, donde cumple una orden de prisión preventiva, por presunta «delincuencia organizada» y su participación en un caso de corrupción en la empresa petrolera estatal Petroecuador, con implicaciones en Estados Unidos.
La Fiscalía General del Estado, que investiga el caso, ha apuntado a posibles implicaciones de Celi en la eliminación ilegal de glosas en favor de empresas que, aparentemente, pagaban abundantes sumas de dinero para desvanecer irregularidades.
Además, de Celi y Augusto Briones, el caso denominado «Las Torres» también involucra a un hermano del excontralor, Esteban.
El pasado 23 de mayo, José Augusto Briones, quien se desempeñó en 2018 como secretario de la Presidencia del Gobierno del entonces presidente Lenín Moreno y que estaba imputado en este caso, fue encontrado muerto en la misma cárcel en la que está Celi.