Lo que está ocurriendo en la Asamblea Nacional es un verdadero desastre. Mirar como asambleístas de bancadas enemigas se han juntado para evaluar la gestión de la presidenta de la función Legislativa, eriza la piel. Emparejados el Partido Social Cristiano, la Revolución Ciudadana y Pachakutik no se me olvidará de la retina. Recuerde como hace pocos meses sus líderes eran enemigos acérrimos.
Pero todo tiene un trasfondo. Los intereses y cálculos políticos. Muy aparte de evaluar la gestión de los miembros del Consejo de Administración Legislativa (CAL) y su presidenta, si los nuevos bloques “aleados” logran bajarse a Guadalupe Llori, se marcaría un nuevo tablero político. Poco a poco podrían influir en la designación de nuevas autoridades, por ejemplo, la del Contralor General del Estado.
Pero el drama no termina ahí. La acusada por su parte no perdió tiempo y acudió a la justicia para evitar que la Asamblea Nacional la evalúe. Y como anillo al dedo le ha caído la decisión de un Tribunal Judicial de Quito, que dispuso al Ejecutivo abstenerse de crear la comisión.
Y lo más desastroso de esta historia, es escuchar a la legisladora decir que ella es demócrata y no se aferra al cargo. Sin embargo, sus acciones demuestran lo contrario. Y espere que falta la cerecita del pastel. En una entrevista en un medio de comunicación nacional Llori demostró que definitivamente no esta preparada para el cargo.
Como en los viejos tiempos de las aulas, vimos a Llori leyéndose las manos para responder las preguntas de la periodista. ¡Vergüenza! A simple vista esta legisladora no está en la capacidad de presidir el órgano Legislativo. Ahora usted podrá darse cuenta por qué el país está a la deriva. Pero eso sí, los viáticos y renta de vehículos de alta gama no pueden faltar y deben estar al día. Simplemente el bienestar del pais no les importa.
Por: Santiago León
Comunicador Institucional